Si deseas solicitar un crédito o un préstamo, lo más seguro es que se te deba realizar un estudio de perfil de riesgo para así garantizar a la entidad financiera que como acreedor de una deuda estés en la capacidad de asumirla y poder responder ante ese compromiso económico.
El perfil de riesgo crediticio, es una evaluación que se le realiza a tu estado financiero para determinar cuáles son los intereses y que cantidades se ajustan a tu necesidad; también si dispones de una solvencia económica para hacer frente a su devolución.
Es así como contemplarán tu nivel de ingresos, estabilidad laboral, la situación financiera real, los gastos que debes cumplir, cuáles son tus deudas en caso de poseerlas y ciertas garantías adicionales.
Tipos de perfiles de riesgos
- Perfil conservador: se encuentra dentro de la categoría de los perfiles de riesgo de aquellos inversionistas que les gusta apostar a lo seguro, son enemigos del riesgo; es decir aquellos inversores que no tienen en cuenta la posibilidad de asumir pérdidas. Esto pudiera ser por falta de capital o desconfianza.
- Perfil moderado: este tipo de inversionistas están un poco más dispuestos a tomar riesgos y de esta manera poder obtener una buena rentabilidad, pero sin que pueda perder demasiado. Son de los que se arriesgan con pequeñas inversiones de renta variable, como acciones.
- Perfil agresivo: este perfil de inversión se caracteriza por ser amantes del riesgo porque estos individuos están dispuestos a invertir en portafolios muy volátiles, pero con una mayor la rentabilidad. En este sentido, son de los que suelen invertir casi todo su capital en renta variable.
¿Cómo se calcula un perfil de riesgo?
Para para que puedas calcular de forma objetiva tu perfil de riesgo, debes tener en cuenta los siguientes factores:
- El horizonte temporal de la inversión: este factor suele estar sujeto a los años que le quedan al inversor para llegar a su retiro. En este aspecto, lo ideal es asignar una gran parte de tu cartera a activos de mayor riesgo, como renta variable, para obtener mayores rentabilidades. Sin embargo si tienes un horizonte temporal corto y vas a necesitar su capital en menos tiempo lo mejor es que inviertas en renta fija.
- Reservas para imprevistos: un detalle importante es la cantidad de ahorros que dispongas para hacer frente a los imprevistos. Pues no podrás asumir grandes riesgos si además de la cantidad destinada para la inversión no dispones de ahorros reservados para las necesidades que puedan suscitar.
- Experiencia en la materia: si cuentas con una trayectoria o gran experiencia financiera significa que ya sabes a qué te puedes enfrentar, por lo que el perfil de riesgo suele ser mayor. De igual modo, debes tener presente que dependiendo de los eventos que puedan ocurrir en el mundo de las finanzas (como una mala racha bursátil) puede hacer que tu perfil de riesgo vaya cambiando.