«Micromecenazgo» o «financiación colectiva» son otras acepciones que se han dado en español al término de crowdfunding, una novedosa forma de financiación que se ha erigido como una gran alternativa a las fuentes de financiación convencionales, como la solicitud de subvenciones, préstamos bancarios o préstamos rápidos. Si tienes una idea de negocio o proyecto que quieras llevar a la práctica, sigue leyendo, ya que puede que el crowdfunding te permita materializarlo.
¿Qué es el crowdfunding?
El crowdfunding es un mecanismo de financiación de proyectos colectiva y colaborativa que se realiza a través de Internet, por lo que el alcance que puede llegar a tener es elevado. La financiación se obtiene con pequeñas aportaciones de un grupo de personas y el capital recaudado se puede emplear para financiar cualquier tipo de proyecto: desde una iniciativa empresarial hasta la grabación de una película o la publicación de un libro. Asimismo, numerosas start-ups han recurrido al crowdfunding para financiar el lanzamiento de productos.
Es importante no confundir el crowdfunding con el crowdlending, este último se refiere a la unión de pequeños inversores que logran reunir el capital suficiente para invertir en proyectos a los que, por sí solos, no podrían acceder.
¿Cómo funciona el crowdfunding?
Por lo general, esta forma de financiación se lleva a cabo en Internet a través de plataformas de crowdfunding, en las que, tras la valoración de la plataforma o la comunidad de interesados correspondiente, un emprendedor publica su proyecto en busca de inversores, que aportan una cantidad de dinero. En función de si se ofrecen recompensas o no a cambio de esta inversión, se distinguen varios tipos de crowdfunding que detallaremos más adelante.
Veamos el proceso de crowdfunding con un ejemplo: supongamos que quieres publicar un cómic, pero no consigues que ninguna editorial lo publique, así que decides lanzarte a la autoedición, pero necesitas dinero. Para ello, prefieres recurrir al crowdfunding, por lo que tendrás que seguir los siguientes pasos:
- Te registras en una plataforma y envías tu proyecto. Los requisitos e información necesarios para remitir tu proyecto variarán según la plataforma.
- En función de la plataforma, serán los responsables de la misma o la comunidad de aficionados al cómic, en este caso, los que valoren la viabilidad del proyecto.
- Si el proyecto se considera apto para solicitar financiación, se publicará en la plataforma para que, durante un periodo determinado de tiempo, las personas puedan invertir en él.
- Finalizado este plazo, se cierra el proyecto independientemente de si se ha logrado el objetivo de financiación o no.
- ¿Y si mi proyecto no llega a buen puerto o necesito más dinero? Siempre puedes volver a presentar tu idea hasta lograrlo; la perseverancia es uno de tantos caminos hacia el éxito.
Modalidades de crowdfunding
Normalmente, durante el periodo en el que se pueden realizar inversiones, el proyecto se promociona lo máximo posible. El emprendedor también puede intentar atraer a inversores prometiendo una recompensa a cambio de su aportación, la cual será mayor cuanto más dinero inviertan.
A este respecto, se pueden distinguir distintos tipos de crowdfunding:
- Donación: cuando no se ofrece ninguna recompensa, es decir, que la inversión se realiza de forma altruista, sin recibir nada a cambio.
- Recompensa: cuando el inversor obtiene una recompensa a cambio de su aportación; siguiendo el ejemplo del videojuego, que su nombre aparezca en los créditos o una copia del videojuego cuando se publique. Normalmente, se establecen niveles de aportación, de forma que, cuanto más dinero inviertas, la recompensa será mayor.
- Royalties: el inversor recibe una parte de los beneficios.
- Acciones o participaciones (o equity crowdfunding): en el caso de una empresa, el inversor puede convertirse en inversor o socio de la empresa.
- Crowdlending: el inversor asume el papel de prestamista y percibe un tipo de interés en función del capital prestado.
Plataformas de crowdfunding
Como hemos mencionado, uno de los medios para obtener financiación a través del crowdfunding son las plataformas. Estas permiten a los emprendedores conseguir capital para sus proyectos de forma rápida, además de crear un grupo de personas interesadas en su proyecto y, por lo tanto, en su trabajo, por lo que son un medio de promoción interesante.
Además, también presenta ventajas para los inversores, ya que las plataformas aplican mecanismos de seguridad para evitar fraudes y garantizar la máxima transparencia en los procesos de inversión: saben que su dinero se destinará al proyecto que ellos quieren y, muchas plataformas, exigen a los emprendedores demostrar que han recibido el dinero y que lo emplean para el proyecto en cuestión.
Si deseas poner en marcha tu proyecto, en Internet encontrarás una amplia gama de plataformas de crowdfunding como Kickstarter, probablemente la más popular a nivel mundial, Ulule, Verkami o FutureFunded. En general, la dinámica de todas es bastante parecida, pero cada una de ellas ofrece distintas prestaciones, por lo que es recomendable consultar las condiciones de cada una para escoger la que más se ajuste a tus necesidades.
Ejemplos de crowdfunding de éxito
Puede que tras leer en qué consiste el crowdfunding tengas dudas con respecto a su viabilidad: ¿en verdad se han creado proyectos o empresa a partir de pequeñas aportaciones de dinero por parte de gente desconocida de cualquier parte del mundo? Por increíble que parezca, así es, y, a continuación, recogemos algunos casos de éxito.
Pebble Time
Sin lugar a dudas, es el proyecto que mayor éxito ha cosechado de Kickstarter: logró recaudar más de 10 millones de dólares a través de unos 78 000 inversores en tan solo 37 días. ¿A qué se destinaba el dinero? A la fabricación de relojes inteligentes que se venderían a un precio económico.
Tropic Feel
En el plano nacional, encontramos a esta empresa de calzado barcelonesa que logró recaudar casi 3,5 millones de euros para financiar sus zapatillas.
Otros casos de éxito
Fuera del ámbito empresarial, encontramos financiación de películas como la española El Cosmonauta, que, aunque fue un éxito de recaudación, finalmente no cosechó el éxito esperado en taquilla.
También tenemos el festival estadounidense Burning Man que se celebra cada año en Nevada desde 1986 y que, en sus últimas ediciones, ha recurrido al crowdfunding para poder financiar sus increíbles instalaciones artísticas.