Aunque no existe una época específica del año para hacer pequeñas reformas en casa, sí que es cierto que es en verano y las primeras semanas de otoño cuando la mayoría de personas prefiere ponerse manos a la obra, principalmente porque hace mejor tiempo y es menos probable que llueva.
No obstante, el otoño es el momento idóneo para dar un repaso a nuestro hogar y comprobar si es necesario hacer algún arreglo para prepararla bien para el frío del invierno: comprobar si las puertas y ventanas cierran bien, si la calefacción funciona adecuadamente o incluso si es necesario dar alguna capa de pintura (mejor ahora, que secará más rápido que en invierno).
Recuerda que si necesitas realizar obras urgentes en casa de cara al invierno y tu presupuesto no te permite contratar los servicios de un contratista profesional, siempre puedes intentar hacer pequeños arreglos en tu hogar o bien solicitar un préstamo rápido de hasta 400 €, si es la primera vez que lo pides, o de 1500 € si ya eres cliente; más que suficiente para preparar tu casa para el invierno.
Pintar la casa
Si lo que buscas es renovar la pintura de la fachada de tu casa, te recomendamos que esperes a finales de la primavera o al verano, ya que el buen tiempo y la baja probabilidad de lluvias garantizarán un acabado perfecto.
En cambio, si necesitas aplicar una buena capa de pintura a las paredes del interior de tu hogar, el otoño es un buen momento para dejar tu casa impecable de cara al invierno.
Arreglos en fachadas
Aunque ya hemos desaconsejado pintar la parte exterior de tu vivienda, lo que sí que te recomendamos que hagas es que revises bien la fachada de tu hogar en busca de posibles fisuras por las que pueda infiltrarse la lluvia y provocar humedades en el interior de tu hogar, haciendo que entre más frío.
Si es tu caso, acude a un profesional para cubrirlas y para comprobar que estas fracturas no sean síntoma de un problema mayor que debas arreglar antes de que desciendan las temperaturas.
Aislamientos
En relación con el punto anterior, uno de los aspectos principales que debes vigilar para guarecerte bien del frío invierno en tu casa es que el aislamiento de tu vivienda sea el idóneo.
El aislamiento término permite que la temperatura dentro de tu hogar se mantenga estable, independientemente del tiempo que haga en el exterior. De esta forma, gastarás menos calefacción, por lo que contar con un buen sistema de aislamiento se traducirá en menos gasto en la factura.
Acude a un profesional para que revise el aislamiento térmico de tu casa en busca de posibles problemas que puedan impedir que logres mantener una temperatura agradable en el interior. Además, puede que te proponga realizar algunas instalaciones para reforzar el sistema de aislamiento, como los siguientes:
- Suelo radiante: es un gran aliado contra el frío; consiste básicamente en instalar un circuito de tuberías en el suelo. Se trata de una obra importante, ya que hay que levantar el suelo para colocar las tuberías y no es económico, pero sí que supone una gran inversión, ya que garantiza que la temperatura se mantenga homogénea en toda la estancia durante más tiempo.
- Cerramientos: si tienes un balcón o una terraza con mal aislamiento o bien que desees aprovechar también en épocas de menos calor, una gran opción son los cerramientos, de esta forma podrás disfrutar de estas estancias también en invierno y aislar tu casa aún más del frío.
Cambios en la decoración de tu hogar
Las reformas no son solo obras en casa, también puedes aprovechar y cambiar la disposición de los muebles de cualquiera de tus estancias o renovar algún mueble, como un sofá, un colchón o incluso una cama.
El otoño es la época ideal, ya que las temperaturas aún son agradables para poder salir a visitar tiendas de muebles o electrodomésticos y comprar lo que necesites.
Así, entrarás en el invierno con un nuevo aire en tu hogar, además que, dado que en esa época del año estamos más tiempo en casa, podrás disfrutar al máximo de tus nuevos muebles.
Sistemas de calefacción y climatización
Otoño es un buen momento para llamar a un técnico profesional y revisar la caldera, así como los radiadores o tu sistema de climatización, en función del sistema que tengas en tu hogar.
De este modo, podrás arreglar pequeños desperfectos o fallos que puedan suponer un grave problema en pleno invierno y poner a punto tu sistema de calefacción para resistir la llegada del tiempo frío.