¿Quién dijo que la primavera y el verano son las mejores épocas para viajar? Desde luego, quienquiera que fuera no podía estar más equivocado.
Otoño es una de las mejores épocas del año para viajar: bien es cierto que las temperaturas son más bajas y que no hay tantas horas de luz como en verano, pero, aun así, el tiempo sigue siendo agradable para poder seguir disfrutando de pequeñas escapadas. De hecho, la luz otoñal y el cambio de estación embellece el escenario de parajes naturales, ciudades y pueblos.
Ventajas de viajar en otoño
Uno de los principales consejos para viajar con un presupuesto ajustado es hacerlo fuera de temporada, como en otoño, ya que supone, entre otras, las siguientes ventajas:
- Mayor oferta hotelera. La ocupación en otoño es mucho menor que en primavera o verano, por lo que es más probable que encuentres alojamiento los días que quieres y en la ubicación que prefieras.
- Viajar es mucho más económico. Precisamente ante la menor afluencia de turistas, para lograr atraer a más viajeros a zonas turísticas, y no tanto, los hoteles o casas rurales ofrecen precios más económicos que en temporada alta. Además, puedes aprovechar los precios más económicos para darte un capricho y organizar el viaje con el que siempre habías soñado, bien tirando de ahorros o bien acudiendo a fuentes de financiación alternativas, como un préstamo rápido.
- Menos multitudes. Por lo general, en otoño no viajan tantas personas como en verano o primavera, por lo que es muy probable que puedas disfrutar de un relajado paseo por un paraje natural o un paseo marítimo o incluso visitar museos o acudir a restaurantes sin tener que esperar largas colas.
- El tiempo, por lo general, acompaña. Bien es cierto que las temperaturas no serán tan agradables como en primavera o verano, y que la probabilidad de lluvias es mayor, pero no hará tanto calor como en estas épocas del año
Destinos que puedes visitar en otoño
En realidad, cualquier lugar es bueno para viajar en otoño (o en cualquier época del año), pero es cierto que existen algunos enclaves que resultan especialmente atractivos en esta época del año. A continuación, os damos algunas ideas de destinos otoñales.
La playa también es para el otoño
Las zonas costeras fuera de temporada son un destino a tener en cuenta, sobre todo si prefieres huir de las multitudes y no te importa bañarte en el mar en esta época del año.
Además, como ya hemos mencionado, podrás reservar en hoteles que, normalmente, cuentan con una alta ocupación a precios económicos.
Aprovecha y acude a algún recinto hotelero con spa para poder relajarte y, de paso, poder disfrutar de la playa en otoño.
Otra opción es acudir a zonas costeras que estén rodeadas de naturaleza, donde puedas presenciar de primera mano el paso de esta estación. En concreto, las costas del norte de España tienen una belleza especial en otoño, además su patrimonio histórico y cultural es muy variado y valioso, así como su oferta gastronómica.
Otra opción, si te puedes permitir gastar algo más, es ir a las Islas Canarias, cuyo clima probablemente te permitirá disfrutar de un buen baño en sus aguas y donde podrás dejarte deleitar por unos parajes naturales y un patrimonio únicos.
Un recorrido por la historia de España a través de distintas urbes
Si prefieres alejarte de las zonas costeras, tienes un amplio abanico de ciudades y enclaves entre los que escoger.
Otoño puede ser una buena excusa para visitar distintas ciudades o incluso provincias con un gran valor histórico, como Toledo; reserva un fin de semana y adéntrate en sus calles para descubrir el arte y la historia de esta ciudad patrimonio de la humanidad, como el Alcázar de Toledo o el Monasterio de San Juan de los Reyes.
Podrás recorrer tranquilamente la Judería de Toledo sin multitudes y dirigirte a alguno de los miradores que hay fuera de la ciudad para que puedas deleitarte con las mejores vistas de la ciudad, así como con el paraje natural que deja a su paso el río Tajo.
Otras ciudades con un rico patrimonio cultural e histórico son Granada o Córdoba, a través de las cuales podrás redescubrir parte del legado andalusí y del estilo islámico en la Alhambra de Granada o en la Mezquita de Córdoba.
Si prefieres adentrarte en la España Romana, qué mejor que visitar Mérida, importante testigo hasta nuestros días en el país de la cultura del Imperio Romano, Córdoba, Tarragona o Segovia.