¿Qué es la economía colaborativa?

En los últimos años han proliferado los modelos de consumo alternativo, impulsados por las nuevas tecnologías e Internet. En estas nuevas fórmulas de economía colaborativa, la relación entre quien ofrece un producto y quien lo necesita ha cambiado significativamente.

El dinero ha dejado de ser el objetivo del préstamo, alquiler, venta o compra de productos, y los beneficios económicos pasan a un segundo plano. Por el contrario, la economía colaborativa se basa en la colaboración mutua: tú tienes algo que yo necesito, y viceversa.

Ventajas y desventajas de la economía colaborativa

En la economía colaborativa los servicios son bienes susceptibles de intercambio, y la relación entre quien tiene algo que ofrecer y quien lo demanda se basa en la ayuda mutua. En este modelo lo fundamental no es poseer bienes, sino tener acceso a ellos para satisfacer una necesidad temporal.

En este sentido, y teniendo en cuenta que en estos modelos el prestigio vale más que el dinero, pertenecer a una comunidad resulta clave. Hoy en día, casi todos los sectores cuentan con negocios colaborativos.

Ventajas de la economía colaborativa

La economía colaborativa, además de la reciprocidad, presenta interesantes ventajas, entre ellas las siguientes:

  • Optimización y gestión de los recursos.
  • Mayores posibilidades de ahorro.
  • Incremento de la oferta para los consumidores.
  • Desarrollo sostenible y protección medioambiental.
  • Formación de redes de microemprendedores.

Desventajas de la economía colaborativa

Por otra parte, este modelo también presenta algunos aspectos negativos, como los siguientes:

  • Competencia desleal.
  • Consumidores desprotegidos.
  • Creación de monopolios y desigualdad.
  • Exclusividad de los datos.
  • Dificultad para estar al tanto de las plataformas y sus beneficios.

¿Qué es la economía digital colaborativa?

La economía digital colaborativa utiliza la tecnología de la información para poner en contacto a los protagonistas de este modelo de consumo alternativo. Los dispositivos con acceso a Internet facilitan las transacciones y en la mayoría de los casos las páginas web o las aplicaciones hacen la función de intermediarios.

De esta manera, la persona que tiene algo que ofrecer se pone en contacto con quien lo demanda utilizando la web o la aplicación como nexo de unión, sin que se produzcan roles fijos.

Aplicaciones de la economía colaborativa

Las aplicaciones de la economía colaborativa son múltiples. Por un lado, encontramos el consumo colaborativo, que utiliza las plataformas digitales para intercambiar bienes o artículos, en la mayoría de los casos de forma altruista.

Otros ejemplos son la difusión del conocimiento sin barreras legales a través de plataformas informáticas, la interacción digital para promover la difusión de proyectos o las finanzas colaborativas, entre ellas el crowdfunding.

La economía colaborativa se basa en la colaboración mutua y es también un modelo disruptivo, que está cambiando nuestra manera de entender la propiedad y el consumo. Se trata de una fórmula sostenible, que hace accesible los bienes y servicios a todos, con una filosofía acorde a la responsabilidad individual y social con el medio ambiente.

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