Como probablemente ya sabrás, la pérdida, la tristeza o el dolor también forman parte de la vida, al igual que las alegrías o los momentos felices. Sin embargo, aferrarse a estos últimos para seguir adelante y no enfrentarse a los momentos más duros puede no que no sea la estrategia más adecuada. Descubre todo sobre cómo cuidar.
Evidentemente, tanto en el plano personal como en el profesional, existen situaciones más duras que otras y que lleve más tiempo superarlas, pero, en casi todos los casos, lo importante es que no pierdas de vista cuidarte. A continuación, te proponemos algunas ideas que pueden ayudarte a sobrellevar estas situaciones lo mejor posible.
Claves para cuidar tu mente
De todos es conocida la máxima «mens sana in corpore sano» y es que, en todo momento, pero sobre todo en los baches, es cuando más debemos procurar cuidarnos de nosotros mismos y, paradójicamente, es cuando más cuesta hacerlo. Sin embargo, es importante cuidarse en todos los ámbitos para dar lo mejor de nosotros mismos, de ahí que estas ideas puedan ayudarte a superar cualquier mal trago que estés pasando.
Valora obtener ayuda profesional o acudir a terapia
Antes de que sigas leyendo, debes valorar cuál es tu situación y cómo te encuentras: puede que, a raíz de pasar un momento malo, te encuentres con ansiedad y estrés y que no sepas cómo gestionarlo o que hayan surgido otros problemas en tu día a día que no sepas cómo abordar.
En estos momentos, es fácil dejarse llevar por manidas frases como que, de las adversidades, salimos más reforzados; este tipo de premisas, aunque se dicen con buena intención, pueden no ser buenos consejos si has perdido a un familiar o ante una ruptura sentimental.
En estas líneas, pretendemos darte ideas para que cuides de ti mismo, pero puede que no se apliquen a tu situación o a ti, por lo que, si crees que este tipo de consejos no son suficientes, valora acudir a un terapeuta o psicólogo. Estos profesionales te ofrecerán una gran ayuda y, posiblemente, supongan el punto de partida hacia una nueva forma de ver las cosas.
Entendemos que este tipo de tratamientos pueden resultar costosos, pero algunos seguros de salud ofrecen servicios de terapia o psicología a buen precio, o puede tu seguro cubra la totalidad de este servicio. Si tienes un seguro de salud, consulta con tu aseguradora.
En caso de no tener seguro y que no quieras contratar ninguno, piensa en este tratamiento como una inversión en ti mismo: si tu mente está bien, tú estarás bien y estarás en condiciones de dar la mejor versión de ti mismo.
Toma distancia
Muchas veces, alejarse de los lugares que nos provocan estrés ayuda a tomar otra perspectiva y aclarar las ideas. Estos lugares de los que necesitamos alejarnos pueden ser físicos o mentales.
Si estamos muy estresados en el trabajo o pasando una mala racha laboral, muchas veces una escapada fuera de la ciudad a un lugar tranquilo, un viaje o unas vacaciones pueden hacer mucho.
Sin embargo, si nuestra situación no está ligada a ningún lugar en concreto, como ha ocurrido durante el confinamiento por la pandemia, posiblemente viajar no sea una solución adecuada, ya que cualquier parte nos recordará la situación que vivimos: aunque haya pasado lo peor de la crisis sanitaria, el hecho de tener que llevar mascarilla por la calle o simplemente convivir con algunas de las restricciones que aún están vigentes, puede que a algunas personas les afecte.
Por ello, otra de las formas de «distanciarse» para no pensar en lo que nos preocupe por un momento es encontrar una afición nueva o aprender algo nuevo: mantener la mente ocupada haciendo algo que nos guste o que nos haga sentir mejor, resulta muy gratificante.
Haz ejercicio
El deporte es una constante que debemos mantener en nuestro día a día, ya sea caminar media hora al día, salir a correr o a montar en bici o, si puedes, jugar a un partido de fútbol o baloncesto con amigos o conocidos.
Está demostrado que practicar ejercicio no solo es bueno a nivel físico, sino también para la mente, ya que ayuda a desconectar. Además, si deseas realizar una actividad física más calmada, seguro que puedes encontrar centros de yoga o incluso vídeos en línea con sesiones de yoga más pausadas que inviten a la relajación e, incluso, a la meditación.
Las pequeñas acciones a veces suman mucho
Aunque suene superficial, en ocasiones, cambiar determinados aspectos de nuestra rutina o incluso de nuestro hogar pueden ayudarnos a sentirnos mejor: ordenar tu zona de trabajo, ir tachando tareas de tu lista de quehaceres pendientes, levantarte un poco más temprano para hacer ejercicio o aquella tarea para la que nunca encuentras tiempo o incluso solucionar de una vez cualquier problema o apuro económico puntual.
Este tipo de acciones pequeñas pueden ayudarte a copar mejor con la ansiedad y el estrés, sobre todo cuando realizamos tareas que llevamos tiempo postergando.