El ingreso mínimo vital es una prestación aprobada por el Gobierno en el Consejo de ministros del pasado 29 de mayo. Es una ayuda en mitad de la crisis sanitaria y económica generada por el coronavirus es posible que pueda comenzarse a solicitar a partir del mes de junio.
La prestación podrá ser solicitada por las familias que se encuentren en una situación grave de vulnerabilidad o pobreza severa y constituirá para ellos una renta básica con la cual sobrevivir.
En la actualidad, España cuenta con más de un millón de hogares que tienen al 100 % de sus habitantes en situación de paro, y casi 600.000 viviendas en las que no entra ninguna clase de ingresos.
Por ello, en mitad de esta crisis sanitaria en la que la Economía y la situación de empleabilidad se está viendo más afectada, por lo que muchas familias necesitan este tipo de ayuda para subsistir.
Cuál será su cuantía
La cuantía del ingreso mínimo vital, o también denominada renta básica, será variable, ya que podrá llegar a los 1.015€ y su mínimo será de 462€. Ésta se incrementará según los ingresos que se hayan declarado en 2019 y dependiendo de las personas que se tengan a cargo, ya sean personas mayores o hijos pequeños.
Cuánto durará
De acuerdo con lo que se puede saber hasta el momento, se prevé que la medida dure como máximo unos cuatro meses, por lo que tiene un alcance temporal. Tal y como puedes inferir, durante esta situación excepcional, a falta de otras medidas para reactivar la economía, resulta lógico asumir que la prestación llegará a los hogares más necesitados como impulso para que puedan subsistir.
Quién podrá solicitarlo
Un rasgo importante que puedes observar en este ingreso es que no se destina a personas concretas, sino a hogares. Es decir, podrán solicitarlo las personas en cuyo hogar no entre ningún ingreso y que su vivienda no esté valorada en más de 100.000€. Además, estas personas deberán encontrarse en búsqueda de empleo activa.
Otro requisito esencial de esta prestación es que los solicitantes tengan más de 23 años de edad y que sean, a su vez, menores de 65 años.
El ingreso mínimo vital es, en definitiva, una renta destinada a los hogares de pobreza severa para que puedan aguantar mientras dura la crisis sanitaria y la situación de excepción que estamos viviendo en todos los sentidos.