Desde guardar el dinero «extra» debajo del colchón o en una hucha hasta depositarlo en complejos productos bancarios para rentabilizarlo, pasando por los clásicos consejos para ahorrar: existen tantas opciones como tipos de personas y necesidades.
Dentro de los productos bancarios de ahorro encontramos los tradicionales depósitos a plazo fijo, los fondos de inversión (más arriesgados) o incluso si prefieres disfrutar de ese dinero en tu jubilación, un plan de pensiones. Sin embargo, existe otro producto menos conocido que, si no lo conoces, puede que se adapte mejor a tus necesidades: el seguro de ahorro.
¿Qué es un seguro de ahorro y cómo funciona?
Los seguros de ahorro son, esencialmente, seguros estructurados a través de un seguro de vida cuya finalidad es ahorrar. Estos instrumentos se pueden contratar a través de una aseguradora.
En los seguros de ahorro, el asegurado deposita una cantidad al contratar el producto o va realizando aportaciones periódicas. Por su parte, la aseguradora se compromete a abonarle una cantidad de dinero (el capital que haya depositado el beneficiario más los intereses acordados) en una fecha determinada, siempre y cuando no haya fallecido. Como ya hemos mencionado, es un producto de ahorro vinculado a un seguro de vida, por lo que cuenta con cobertura en caso de fallecimiento.
Características de los seguros de ahorro
En el contrato de cada seguro de ahorro se dispondrán las condiciones específicas de cada uno, las cuales también dependerán del tipo de seguro de ahorro que se contrate, pero, en general sus características principales son las siguientes:
- Aportaciones: pueden ser de prima única o con aportaciones periódicas, aunque existen algunos que permiten las aportaciones puntuales.
- Liquidez: aunque dependerá del tipo de seguro de ahorro, por lo general, no se puede acceder al capital ahorrado hasta una fecha específica y, si se hace antes de la misma, puede que debas abonar una penalización.
- Inversión y horizonte de inversión: los seguros de ahorro son productos a largo plazo en los que el capital ahorrado se invierte. Tenemos seguros de ahorro con plazos muy prolongados, de hasta 30 años, y otros con un horizonte de inversión abierto.
- Rentabilidad: este aspecto dependerá del tipo de seguro de ahorro: los hay exclusivamente concebidos para invertir (como los llamados Unit Linked) de mayor riesgo (como la posibilidad de no recuperar el capital inicial) cuya rentabilidad puede llegar a ser elevada y otros más conservadores cuya rentabilidad es menor. En cualquier caso, lo habitual es que a mayor plazo, mayor rentabilidad.
- Servicio adicional: no hay que menospreciar el hecho de que los seguros de ahorro comprenden también un seguro de vida, algo que no ofrecen otros productos de ahorro.
- Garantía: los seguros de ahorro más conservadores garantizarán la devolución del capital aportado inicialmente, aunque siempre dependerá del tipo de seguro de ahorro en cuestión. En general, el Consorcio de Compensación de Seguros es el encargado de garantiza este tipo de productos, pero no cubre cantidades específicas de dinero, como sí que hace el Fondo de Garantía de Depósitos en el caso de los depósitos y las cuentas bancarias, el cual cubre los primeros 100.000 euros por usuario y entidad bancaria.
Fiscalidad de los seguros de ahorro
Una de las características más atractivas de los seguros de ahorro es su fiscalidad. Hay que tener en cuenta que se trata de un producto que, por un lado, ofrece rentabilidad sobre las primas aportadas y, por otro, son un seguro de vida.
La suscripción de un seguro de ahorro no supone ventajas fiscales, pero la percepción de las distintas prestaciones conlleva una fiscalidad que merece la pena considerar.
Todas las prestaciones derivadas de los seguros de ahorro tributan únicamente por los intereses que ha generado el dinero depositado en el seguro. No obstante, la fiscalidad será diferente en función del tipo de prestación que se reciba y de la forma en que se haga: si se hace en forma de capital de una sola vez, en forma de renta vitalicia o en forma de renta temporal.
Por su parte, las prestaciones que perciban los herederos en caso de fallecimiento del titular tributarán según el Impuesto de Sucesiones y Donaciones y su fiscalidad dependerá de la comunidad autónoma en cuestión.
Principales ventajas e inconvenientes
Frente a otros productos bancarios similares, como los depósitos, la principal ventaja de los seguros de ahorro, además de la fiscalidad y su vinculación a un seguro de vida, es la flexibilidad que ofrecen a la hora de realizar aportaciones periódicas, por lo que el capital que aportes al inicio no condicionará la inversión ni la rentabilidad que obtengas.
Asimismo, la oferta de seguros de ahorro en el mercado es muy amplia, por lo que seguro que encontrarás alguna que se adapte a tus objetivos: si quieres ahorrar para la jubilación, obtener un rendimiento mayor que con un depósito, invertir a largo plazo, etc.
Algunos seguros de ahorro son una buena opción para tener una especie de fondo de emergencia para imprevistos que, a su vez, genere rentabilidad, ya que permiten acceder al capital en cualquier momento. No obstante, muchos de ellos te piden a cambio que abones una penalización, así que, si prefieres ahorrártela, siempre puedes recurrir a otras alternativas, como los préstamos rápidos.