¿Qué es la cocina de aprovechamiento o trash cooking?

Nuestras madres siempre nos han dicho que hay que comerse todo, porque la comida no se tira. Y éste es precisamente el principio que resume el movimiento del trash cooking o cocina de aprovechamiento.

El movimiento Trash Cooking

El trash cooking hace referencia al aprovechamiento de las sobras de la comida y al empleo de esas partes de los alimentos que habitualmente se desechan para realizar nuevos platos. Se fomenta así el ahorro en contraposición a la política consumista que se ha ido imponiendo en las cocinas de todo el mundo, en contra de lo que se practicaba hace unas décadas.

Sin embargo, hay gente que decide aprovechar las sobras de las comidas para inventar nuevos platos por una cuestión ética o motivada por la crisis económica, las desigualdades sociales y la conciencia ecológica. Otras personas, por su parte, han descubierto que las recetas de la cocina de aprovechamiento no solo pueden estar riquísimas, sino que también permiten ahorrar unos cuantos euros cada mes.

Cocina de aprovechamiento: recetas brillantes con sobras

Existen multitud de recetas que podemos hacer con las sobras de las comidas o empleando las partes de los alimentos que antes solíamos tirar. Con un poco de imaginación y algo de técnica, se pueden hacer platos riquísimos.

Bizcochos caseros con cáscaras de cítricos

Cuando comas una naranja o utilices un limón no tires las mondas. Puedes emplearlas en realizar un bizcocho casero añadiendo la ralladura de estas mondas a la masa antes de hornear. También las puedes utilizar para aromatizar postres como el arroz con leche. ¡Pero no olvides lavarlas bien previamente! 

Aperitivos con mondas de patatas

Las mondas de patatas pueden servirte para hacer un riquísimo aperitivo. Tras lavarlas y secarlas, calientas aceite en una sartén y luego las fríes, con un poco de sal. Seguidamente, solo faltaría pasarlas por papel de cocina para eliminar el exceso de aceite, y las sirves con tu salsa favorita. 

Ensalada con la piel del calabacín

La piel del calabacín está muy rica para comer cruda en una ensalada. Pártela en pequeñas tiras, añade los ingredientes que más te gusten y aliña el conjunto con una vinagreta. También puedes preparar una ensalada templada salteándola con ajo, o incluso rebozarla con huevo y harina. Luego se fríe y te quedará exquisita.

Caldo con restos del pescado

¿Eres de los que tiras la cabeza y las espinas del pescado? ¡No deberías! Con ellos puedes preparar un riquísimo caldo. Solo tienes que poner los restos del pescado a hervir con agua y las hortalizas que más te gusten, como puerros, cebolla, zanahoria o pimiento verde. El caldo lo puedes tomar tal cual o utilizarlo como base para elaborar una sopa de pescado o un delicioso arroz marinero. ¡Le dará un sabor único!

Entrantes con los tallos de acelgas y espinacas

Los tallos de las acelgas y las espinacas se suelen desechar, ya que es una parte muy dura. Sin embargo, puedes hacer con ellos un delicioso, sano y nutritivo entrante. Solo tendrás que cocerlos en agua con sal y unas gotitas de limón, hasta que se ablanden. Una vez fríos, los aliñas con un poco de aceite de oliva virgen extra, una pizca de sal y pimentón. ¡Y listo!

Croquetas con los restos de la carne

Los restos de la carne que queda adherida al hueso cuando haces un guiso puedes aprovecharlos. Retíralos con paciencia y utilízalos para hacer unas riquísimas croquetas. También puedes saltearlos con cebolla, ajo y tomate natural y puedes emplearlo como relleno de unos canelones o para dar sabor al tomate que acompaña a un plato de pasta o arroz.

La cocina de aprovechamiento ha llegado a nuestras vidas para quedarse. Y para que podamos decir bien alto, como decían nuestras madres: “en esta casa no se tira nada”.

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