¿Sabes cómo amortizar una deuda bancaria?

Amortizar una deuda bancaria significa devolver una cantidad de dinero que debes antes del plazo acordado, lo que se traduce en un ahorro de dinero que dependerá, sin embargo, de diferentes factores.

Hay que tener en cuenta que destinar dinero a amortizar una deuda es un coste de oportunidad. O lo que es lo mismo, pierdes la posibilidad de rentabilizar de alguna otra forma ese dinero. Por esta razón hay que investigar todas las opciones posibles, ya que una opción sería gestionar una inversión cuyos ingresos fueran orientados a la amortización de deudas.

¿Qué significa amortizar una deuda?

Para amortizar una deuda se puede hacer un pago parcial o total, lo que supone devolver parte de la deuda o su totalidad y en este caso quedaría cancelada.

Si la amortización es parcial puedes elegir entre pagar menos cantidad todos los meses o reducir el plazo y mantener la cuota. Esto significa que vas a tener que hacer frente a la cuota durante menos tiempo que el plazo anunciado cuando contrataste el préstamo.

En términos económicos compensa reducir el plazo, ya que así se pagarían menos intereses. Pero desde un punto de vista global conviene tener en cuenta las circunstancias económicas de cada persona. Por ejemplo, si lo que se va a amortizar es un préstamo hipotecario, la cuota no debería superar el 30% del ingreso neto que la persona recibe cada mes. Si se está pagando más de ese 30% de los ingresos por la hipoteca, conviene reducir la cuota, ya que la situación financiera no es la óptima.

Además, hay que tener en cuenta que la suma de todas las deudas que tiene la persona no debería superar el 35% de los ingresos mensuales netos. Si es así, conviene reducir la cuota para mejorar tu economía personal. Sin embargo, si tu economía esta saneada, la recomendación sería reducir el plazo.

¿Cómo se amortiza una deuda bancaria?

Una de las formas de amortizar una deuda es el método snowball debt o “bola de nieve”, que nos permite cancelar las deudas de una manera sencilla y con un efecto multiplicador, con el objetivo de liquidarlas en el menor tiempo posible.

Para llevar a cabo este método debemos fijarnos una cantidad fija mensual que podamos dedicar a amortizar la deuda. Por ejemplo, 100 euros. Esa cantidad la amortizaremos en el préstamo que tenga un plazo de vencimiento menor.

El ahorro que hayamos conseguido lo sumaremos el mes siguiente a los 100 euros que nos habíamos fijado todos los meses para destinarlo a la cancelación de la deuda. Y así todos los meses.

Cuando menor sea el plazo, antes podremos amortizar una deuda con el método “bola de nieve”. Y lo haremos con una cantidad fija que para nosotros sea asumible, con el mínimo esfuerzo financiero.

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